lunes, octubre 04, 2010

Halford - Made of Metal

  • Metal God ya lanzó por el mundo su última creación Made of Metal, un disco que trae lo escencial que uno esperaría en un trabajo de Mr. Halford: Heavy Metal directo, potente y genuino, y a pesar que esta placa no es precisamente una oda al HM que nos tiene acostumbrado, hay que decir que Rob nuevamente no sólo no decepciona si no que logra entregar elementos nuevos que contituyen un aporte al cabo de unas cuantas escuchas, porque algunas no son tan faciles de digerir. Esto y más escucharemos el próximo 22 de octubre en Santiago de Chile, cuando Halford desembarque con toda su artillería de metal en un concierto que promete ser histórico y que como él ya lo confirmó, será grabado integramente como el oficial de la gira 2010, "donde ustedes serán los protagonistas".

Primero hay que destacar a la banda que lo acompaña: Metal Mike Chlasciak en guitarra, Mike Davis en bajo, la bestia de los tarros llamada Bobby Jarzombek y la nueva incorporación en las 6 cuerdas, Roy Z, que además es bien recordado por su gran trabajo en los discos solistas de Bruce Dickinson.

En general Made of Metal es un disco que recorre caminos pavimentados con el clásico heavy metal de todos los tiempos, mezclado con aquel que evolucionó en los noventa con tintes algo épicos. Vamos por parte:

Esta carrera comienza con Undisputed, el típico tema metalero con todo el toque de Halford, tanto en canto como música. Nos entrega un riff rompe cuello y una base lo suficientemente potente para subirle el volumen y dejar que corra mientras van apareciendo los arreglos de guitarras  y unos interesantes detalles en la batería, que le entregan la solidez necesaria para llegar a un pick justo después del primer solo, de ahi en más nos lleva por una senda de punteos y melodías de cuerdas sujetas por una base a prueba de cañones.

El segundo track, Fire and Ice, nos transporta inmediatamente a un tema estilo Gamma Ray, un heavy metal noventero, melódico con coros épicos y con un mensaje alegre, optimista y positivo, que se nutre con una batería a doble bombo durante los dos minutos y medio que dura la canción con un juego de solos virtuosos.

Entre fuego y hielo nos vamos al Made of Metal, una denominación de la cual habría esperado más, primero porque si estás hecho de metal quiero escuchar algo que me rompa los oídos y segundo si es el nombre del disco sólo buscas unas sobredosis de poder, pero nada de eso ocurre, tiene arreglos algo tecnosos, un coro demasiado suave, muy melódico y una base rítmica sin mayor pretensión, si bien es un tema que no molesta, tampoco entusiasma, lo dejamos correr mientras vamos a buscar otra cerveza para seguir escuchando el disco.

En Speed of Sound, se nota el aporte de Roy Z, los arreglos de 6 cuerdas me recordaron a pasajes del Accident of Birth de Bruce Dickinson, incluso me atrevería a decir que Roy le dijo a Jarzombek como tocar ciertas partes de la batería, es un trabajo que indudablemente tiene su sello, es más, me aventuro con el riesgo de recibir las penas del infierno que hasta tiene ciertos toques de Maiden en algunos pasajes armónicos. Como sea, me parece interesante el aporte, además hay que consignar que la base de batería y bajo en los solos de guitarra está de la puta madre, nada derriba esa muralla. En términos vocales, Halford nos demuestra porque es MetalGod, el hombre ya roza los 60 años y canta increible. El trabajo lírico me transportó gratamente a momentos del British Steel o el Screaming For Vengance de Judas Priest.

Like There`s no Tomorrow, es otra creación que nos lleva a ese heavy metal feliz y optimista, de partida la letra empieza con "One chance one dream for you no limits to deny.." con mensajes intercalados como "stand strong and you`ll believe, stay strong and then you`ll see", en rigor buenos mensajes acompañados de armonías bien logradas aunque sin mayor pretensión, un tema simpaticón que se deja escuchar.

De acá nos vamos acercando a la mitad del disco, con uno de los mejores temas del disco: Till the Day I`ll Die, un comienzo lento, con ritmos de campo gringo con una interpeetación de Halford llena de fuerza que ya te indica hacia donde nos llevará el track. También le reconozco aquel mensaje de "acá voy que no hay tiempo que perder" y vaya que le resultó potente de la mano de Roy Z nuevamente. Si bien es un tema algo alejado del heavy metal, diría que es una perfecta pieza de un buen hard rock.

We own the Nigth, me produce sentimientos encontrados, si bien cuenta con un riff exquisito, lleno de fuerza y absolutamente heavymetalero, con una batería que marca los tiempos como un reloj a prueba de golpes que incorpora un trabajo rítmico con los bombos dificil de imitar, se diluye al llegar el coro pues pierde toda la fuerza que trae el tema consigo para transitar suavemente por una senda matizada por un teclado que si no estaba en el tema le habría hecho un gran favor.

Lo que viene es simplemente un tema que Rob Halford lo hizo para él. en Heartless entrega un desplante de toda su capacidad vocal en una canción que suena a melancólico y que es bastante suave en su base, momento en que Rob aprovecha para preparar la pista con tonos medios y una interpretación que suena a tristeza, desembocando en un coro potente con un matiz de tonalidades vocales geniales que son acompañadas de manera magistral por la batería que le da la fuerza necesaria a un tema que se mueve por la niebla y la oscuridad.

Hell Razor, nos lleva al heavy metal de un patadón con una simple pero efectiva introducción en batería, una combinación de riff de aquellos que no te permiten dejar de mover la cabeza y cuenta con un gran trabajo en las 4 cuerdas por parte de Mike Davis, de hecho le da todo el peso y la solidez a un tema que va acorde al nombre. Si quieres heavy metal clásico en este disco, escucha Hell Razor.

Lo mismo me ocurre con Thunder and Lightining, un buen tema de Heavy Rock con un coro pegajoso con una letra que comienza a preparar la pista a la decalaración de principios que es el track siguiente y que en definitva marca la honestidad de un disco absolutamente personal y sincero que a mi parecer Halford lo hizo para darse un gusto con el mismo, lo cual me parece una opción válida y plausible.

"25años tratando de ser un hombre" esa es la frase mas potente que Rob entrega en Twenty Five Years, una balada llena de sinceridad, que parece ser dolorosa al contar como durante años se sintió atrapado en una realidad dificil de aceptar, en una vida que quizá no cumpliría las expectativas de los demás y derechamente con gustos sexuales que su entorno no aceptaría: "Twenty Five Years I Tried to be a man a
and face my fears, twenty five years I´ve had the devil on my back" evocan el toque personalista de Made of
Metal, su propia declaración de principios, su puente para echar fuera años de temores de quizá no ser aceptado en un mundo intrínsicamente machista como lo es el Metal, pero que a la hora de hacerlo jamás se puso en duda su calidad de Dios del Metal, y ante eso no hay nada que lo pueda derribar.

Matador es otro tema que nos lleva a ese heavy metal noventero de dobles bombos rápidos pero con bases sencillas, con guitarras melódicas y líneas vocales de tonos alegres, es un tema que se deja escuchar y que en lo personal me entrtiene el trabajo de los tarros, tienen varias tonalidades, adornos, y combinaciones de técnicas que si le prestan atención se llevarán muchas sorpresas sobre todo en redobles combinados de caja y bombos. Es un detalle quizá, pero interesante a la hora de ponerle oreja.

Así nos vamos acercando a la parte final de esta larga placa que supera la hora de música, no es habitual que en estos tiempos en que la industria se alimenta de singles tengamos trabajos tan largos, aunque últimamente los músicos de la vieja escuela nos han entregado algunas producciones de este tipo.  I Know We Stand a Chance, es un tema que nos devuelve a lo que comenté en un principio, esa cosa media lata, ese detalle que uno no esperaria en un disco de Halford y que a decir verdad se me hace prescindible.

Mejor pasemos al último tema The Mower, que cierra de manera notable este trabajo. Halford vuelve a cantar con la fuerza que lo llevó al sitial de uno de los mejores vocalistas de Heavy Metal de la historia, las guitarras y el bajo se funden en riff cargados de poder, con un armamento que busca un baño de sangre apoyados por la batería de Jarzombek que simplemente no da tregua ni tiempo para escapar de esta ráfaga cuero y metal. Un final preciso para un disco que en definitiva está lleno de simbolismos personales de Halford, como ya lo dije se convierte en una declaración de principios que además lo condimenta con mensajes positivos, lo cual a estas alturas del partido y considerando como están las cosas en el mundo me parece loable, se celebra y se agradece.




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