sábado, abril 24, 2010

Metallica: perfección escénica pero sin alma - Santiago, 26.01.10


Ante tantos comentarios de fanatismo y euforia haré los míos dejando de lado los grados de admiración (histórica más que nada) que pueda tener respecto a Metallica, luego de su comentado y sobrevalorado paso por Chile en enero pasado.

En cuanto a la producción considero que lo positivo fue el mejor manejo en el tema del acceso y la salida, fue más ordenado, al menos que para el recital de Iron Maiden, que fue mi experiencia masiva anterior en ese recinto. Pero sigue teniendo falencias al respecto, aunque se logró un avance.

Ahora bien, ya ubicado en la cancha, seré un crítico eterno y absoluto de las subdivisiones que hacen del campo. Es una total falta de respeto al consumidor ofrecer una cancha general por un precio elevadísimo para quedar tras tres torres (de iluminación, sonido y pantalla) y tener una visual de la mitad del escenario, y por supuesto sin la opción de acercarse lo que uno quisiera para poder disfrutar mejor del espectáculo, cualquiera sea este. Es un abuso y discriminación darle la opción a quienes puedan, en este caso desembolsar 80 mil pesos para tener un acceso total a un espectáculo de calidad como este. Quizá uno podría pagar esa cantidad pero me rehuso a ser parte de semejante barbaridad y brutalidad comercial que impuso TIME 4 FUN solo en Chile, porque cuando fui a ver a AC/DC a Buenos Aires, espectáculo producido por la misma empresa, esta odiosa y elitista división no existía.

A lo anterior hay que sumarle que durante los primeros 3 temas, o sea entre 15 a 20 minutos, no se entendió absolutamente nada en cancha general, y la masa ya comenzaba a impacientarse pues era otra muestra de la poca consideración para esa parte del recinto. Por suerte después se arregló UN POCO, pues tampoco podría decir que fue impecable, excepto en la mitad del recital (one, master puppets, enter sadman, nothing else matter) y eso se notaba en la gente que de verdad, en términos generales, no prendió mucho, al menos en el sector que me encontraba, y lo digo con propiedad pues me dediqué a observar al público justamente para confirmar que no era sólo a mi a quien le sucedía.

Con relación al recital propiamente tal, es espectacular contar con una puesta de escena de ese nivel en nuestro país, somos afortunados sin duda, y cuando intentaba captar lo que sucedía en el escenario pensaba que era una lástima que AC/DC no hubiese venido a Santiago porque de verdad quienes no pudieron viajar a BS AS jamás sabrán que hay una banda girando con un show MUCHO mejor que el de Metallica, pero que de todas maneras tenemos que agradecer estar en un país en que lleguen presentaciones y mega recitales como este (y varios otros que hemos disfrutado).
Lo bueno de la banda californiana fue el set list, sin duda PURO FILETE, clásico tras clásico, Fade To Black, Figth Fire with Fire y Wiplash fueron sendas sorpresas y se agradece que toquen esos cortes que me remontan a la adolescencia, a los inicios de este camino llamado Rock and Roll, para mi lejos lo mejor junto con la potencia de la Master of Puppets. TOTALMENTE DESTACABLE.

Como corolario a mis palabras, una última reflexión: Vi a Metallica el año 1993 en el Velódromo, (en ese entonces tenía 20 años) cuando vinieron en su pick, su mejor momento, y era una banda increíble con actitud, sentimiento y porque no decirlo BOLAS GRANDES. En esta oportunidad vi a 4 músicos que hacen muy bien su pega, que tocan como máquinas, casi perfecto si no fuera por el siempre impreciso Lars Ulrich, pero se ha convertido en una banda sin alma.