En este camino se cruzan todas aquellas bandas y momentos de la música capaces de cambiar un segundo de nuestras vidas.
jueves, diciembre 09, 2010
Motorhead: despertando muertos, salvando almas
The World is Yours!! Nos gritó recientemente Lemmy Kilmister con la última placa de Motorhead, y desde un comienzo nos deja claro que está dispuesto a sobre poblarlo de rock, mujerzuelas y Jack Daniels.
De la mano del productor Cameron Webb, al igual que en Motorizer, los Cabeza de Motor consiguen un nivel superlativo en cuanto a los límites que pueden alcanzar. Rock and Roll music is my religion, reza Kilmister en uno de los cortes y eso queda más claro al escuchar desde el redoble que abre la placa hasta la nota que la cierra. El sonido es impecable, aunque uno de mis grandes amigos no concuerde conmigo, suena como una aplanadora.
Born to Lose, abre el disco de 10 temas, con el típico redoble seco y potente de Mikkey Dee, para dar paso a un rif demoledor, como ya nos tienen felizmente acostumbrados en la última década, que se afirma en un murallón de bajo y doble bombo a prueba de balas.
En una onda más melódica, I Know How To Die le da la continuidad necesaria a una velocidad vertiginosa, con un sonido del bajo algo ácido y oxidado, muy propio de Lemmy, que nos lleva correctamente a un solo de guitarra corto y preciso, pero lo suficientemente afilado para dejarnos de una pieza,y dar paso a la rocanrolera Get Back in Line ¡que tema mas ganchero es este! de esos que te paras de la mesa para ir a comprar mas cerveza y seguir pasando un buen rato con tus amigos de siempre. Dos solos de guitarra adornan alegremente el tema, y una base rítmica de ride y cencerro le da el toque bailable pero Dee no olvida machacar el hihat para entregar ese toque pesado y hard rockero que tan bien maneja el hombre.
Devils In My Head, "nadie está mas loco que yo" nos dice Lemmy en este tema que habla precisamente de la locura, una letra algo trastornada, un tema sencillo, directo sin mayor visión que conducir al próximo corte que es una declaración de principios. De aquellos que si hubiese un país llamado Rock and Roll, este sería su himno.
Rock and Roll Music, "es la verdadera religión, no dejes que la vida se bajonee si puedes bailar este ritmo, camina a través del cielo que el rock te hará libre ¡EL ROCK PUEDE LEVANTAR A UN MUERTO! recuerda lo que te digo, cuando la banda golpea el camino es tiempo de salvar tu alma".
El corte siguiente es Waiting For The Snake, un zurco típico de Motorhead, a lo que históricamente nos tiene acostumbrado, base dura, guitarras machacantes y una batería simple de caja-bombo, que te mantiene cuello en movimiento todo el rato.
El día que Lemmy se levantó a grabar esta canción estoy seguro que la noche anterior se pegó una farra rica en dieta de Whiskey y cigarros en exceso, lo escuchas y es tener al mismo demonio cantando la pesadísima
Brotherhood Of Man, que comienza con una apocalíptica letra de tormentas de acero, guerras y asesinatos por doquier que si te mueres tendrás suerte. Y le creo, Lemmy canta poseído por los mas tenebroso demonios del rock y la guitarra de Phil Campbell se encarga de llevarnos hasta el corazón del mismísimo infierno para bajar una botella de Jack Daniels con el señor de las tinieblas.
En estos momentos, la banda se encuentra en un tour europeo que se extiende desde fines de noviembre hasta el 19 de diciembre y lo mejor de todo es que ya está confirmada la gira latinoamericana, y más alucinante todavía es que la venta de entradas para la presentación en Santiago de Chile ya están a la venta, y este show será nada más y nada menos que en el Caupolicán, lejos el mejor recinto para escuchar y ver bandas de toda la gran capital.
Outlaw y I Know What You Need nos llevan por el camino más conocido de Motorhead y se convierten en la carretera perfecta para el gran final de disco. Estos temas tienen buenos arreglos de guitarra y solos bien logrados, sobre todo en I know...que además logra una gran continuidad gracias al trabajo de la batería con un pulso de caja perfecto, si se abstraen al resto de la música y logran detenerse en lo que les comento se darán cuenta por qué me llama la atención, sobre todo en el remate final que nos lleva a la extremadamente rocanrolera Bye Bye Bitch Bye, que no es precisamente una canción de amor, y le manda recados a una nena sólo como lo sabe hacer el bruto de Kilmister.
Si aún no escuchan el disco, cómprenlo, bájenlo o consíganselo como sea, lo ponen en el equipo, suben el volumen destapen unos litros de cerveza y esperen que lleguen las fuerzas especiales a derribar la puerta de sus casas ¡¡SALUD Y ROCK AND ROLL!!
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